Blefaroplastia


Blefaroplastia

La cirugía de los párpados recibe el nombre de blefaroplastia y trata las bolsas, las arrugas y la flacidez o exceso de piel. La intervención quirúrgica que se realiza en un quirófano con anestesia local.

En la mayoría de los casos los pacientes no necesitan quedarse ingresados, pudiendo marcharse a casa unas horas después de la intervención. La duración de la intervención va desde los 45 minutos cuando solo quitamos la piel del párpado superior a la hora y media cuando hacemos una blefaroplastia completa

No existe una edad determinada, aunque es más común a partir de los cuarenta años, y es una de las cirugías a las que con más frecuencia se someten los hombres. El deseo de rejuvenecer y de quitarse de encima ese aspecto de cansancio y enfermedad son las razones principales que llevan al paciente a buscar una solución.

En el párpado superior habitualmente sobra mucha piel y hay una pequeña bolsa de grasa en la parte más interna del ojo y en la parte media. La incisión se localiza en el pliegue natural de parpado donde permanece escondida y se puede extender hasta las patas de gallo. Se elimina el exceso de piel, el exceso de bolsas grasas e incluso la parte del musculo orbicular que hace protrusión. La herida se cierra con una sutura interna que se retira a los cinco días.

En el párpado inferior es al revés, suele sobrar poca piel pero con muchas arruguitas y lo que hay son tres grandes grupos de bolsas de grasa que debemos eliminar, uno en la parte interna, uno medio y otro en la parte más externa del párpado inferior.

Existen algunas condiciones médicas que pueden hacer que existan más riesgos al realizarse una blefaroplastia, como son los problemas de tiroides, la falta de lágrimas suficientes, la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. El glaucoma y el desprendimiento de retina también pueden suponer un riesgo

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