El lifting facial o ritidectomía, es una técnica quirúrgica de rejuvenecimiento facial, con resultados muy satisfactorios, que permite recuperar la firmeza y el tono cutáneo de la cara y el cuello.
El rostro es una de las partes del cuerpo en las que los signos del envejecimiento son más visibles. Esto es debido a que el cutis es una membrana epidérmica muy delicada, que está expuesta a las agresiones medioambientales (sol, frío, viento, etc.). Además, la gesticulación y la edad van marcando las líneas de expresión hasta convertirlas en pronunciadas arrugas.
Los médicos diferencian
- Lifting Facial: corrige preferentemente la flacidez del cuello y cara. El trazado de las incisiones se esconde en el cabello y por los pliegues naturales hasta detrás de las orejas, para que las cicatrices resulten invisibles. La piel se despega de diferente manera según el caso. Puede asociarse una Lipoaspiración de la región cervical y de la región submentoniana para mejorar el resultado de la intervención. La piel se readapta y se tracciona en la dirección adecuada, resecando el exceso cutáneo necesario para realizar las suturas sin ninguna tensión.Tras la intervención, se realiza un vendaje compresivo sobre la zona.
- Lifting Frontal: corrige el debilitamiento y la caída de las cejas, las arrugas del entrecejo, y atenúa las arrugas horizontales de la frente. Está indicado para corregir una caída importante de la línea de las cejas, las arrugas frontales profundas y las arrugas del entrecejo. La incisión cutánea se realiza dentro del cuero cabelludo, por lo que la cicatriz es totalmente invisible.
Después de un lifting, el rostro presenta un aspecto más o menos hinchado en función de la extensión del trabajo realizado y de las características propias de cada paciente.
El Lifting Facial y el Lifting Frontal pueden realizarse en una misma intervención quirúrgica.