Debido especialmente a la exposición solar y al envejecimiento de la piel, van apareciendo unas manchas marronáceas en el dorso de las manos que demuestran sensiblemente el paso de los años.
Para mejorar e intentar eliminar estas manchas tenemos la posibilidad de realizar diferentes tratamientos de peelings químicos y peelings físicos.
De los PEELINGS QUÍMICOS quiero destacar los realizados con peelings suaves (con ácido salicílico o con ácido glicólico) que a base de varias repeticiones del tratamiento se consigue mejorar el aspecto manchado de la piel. Se debe preparar la piel con unos compuestos especiales y luego ir realizando el tratamiento en diferentes sesiones separadas de 3-4 semanas. Lo habitual es realizar unas 4 sesiones de peelings suaves. La ventaja es que no se incapacita al paciente y la profundidad de la «quemadura» es muy superficial.
En cuanto a los peelings fuertes es destacable la efectividad del ácido tricloroácetico para eliminar las manchas a expensas de realizar una «quemadura» superficial más profunda. El tratamiento es un poco más efectivo y con menor numero de sesiones que los peelings suaves, si bien hay que hacer igualmente una preparación de la piel y el postratamiento es un poco más complejo y largo.
De los PEELINGS FÍSICOS queremos destacar el tratamiento con LASER-IPL de REJUVENECIMIENTO en el que gracias a la luz pulsada se produce una eliminación de la melanina acumulada en las manchas cutáneas obteniendo una mejoría de la calidad de la piel. Se pueden requerir varias sesiones si bien en la primera se obtienen muy buenos resultados.